Tengo un amigo al que desde hace un tiempo todo le sale mal, desde todos los puntos de vida, no consigue enderezar el rumbo ni en lo personal ni en lo puramente material, hasta lo más cotidiano se le tuerce. Ante esa situación el desanimo se ha apoderado de su persona y en mi entorno todo el mundo dice que la culpa es de la energía. Sí, me dicen que desprende energía negativa, que lo que el transmite es todo malo, por eso le sale todo mal, porque tiene focalizado el fallo, el error o el desastre en todo lo que intenta o simplemente le sucede.
Llevo un tiempo reflexionando sobre ese tema y para una mente cuadriculada-matemática como la mía es difícil entender el concepto, es decir, lo incontrolable de las cosas. Entiendo que el ser humano no puede tener el dominio de todo, la Naturaleza es incontrolable y el azar-suerte es otro factor que está por ahí, flotando sin control alguno. Para mí, esa teoría de lo que proyectas o focalizas, sea energía positiva o negativa me resulta ciertamente difícil de aceptar, entiendo el concepto, como los imanes, puedes atraer hacia ti lo bueno o lo malo, si proyectas energía positiva entonces el factor suerte se alía contigo y todo te sale bien; sin embargo, con una actitud negativa ante todas las cosas, todo te irá saliendo mal, es como una ley no escrita pero que todo el mundo acepta y asume como real, lo llamaré el Teorema de la Energía: si algo va mal puede ir peor y si algo va bien, puede ir mejor, ¿más o menos?
En fin, creo firmemente en el día a día, en las personas, en las ganas o el interés que pones al realizar algo, pero lo de la Energía positiva, no lo tengo claro. Sin embargo, viendo lo que pasa a mi alrededor y observando que todo el mundo asume el teorema sin demostración científica alguna, tomé hace un tiempo una medida que me ha dado resultado: vivir en paz interior, sin agobios ni stress, sin mirar atrás a lo que podía haber sido y no fue,…no es que proyecte energía positiva simplemente vivo feliz y relajado, en paz con la vida, me curo en salud por si algo malo viene.
Introducción
Blog nada literario, ni matemático, dedicado a expresar las ideas que vuelan por mi cabeza cada día.
domingo, 19 de junio de 2011
miércoles, 1 de junio de 2011
FIN DE CURSO
Parece que no va a llegar nunca, pero ya está aquí. Hoy me comentaba un compañero que estaba deseando acabar ya el curso, esa sensación de agotamiento no la tienen sólo los profesores, sino los alumnos/as, padres, madres, conserjes, limpiadoras, administrativas,…Yo califico el curso como un desgaste al estar rozando constantemente dos partes, alumnado y profesorado, cada día se van desgastando más y más cada una de las partes, hasta que la sensación de cansancio hace imprescindible las vacaciones de Navidad, luego las de Semana Santa y finalmente las de verano.
Supongo que ante esta situación no me siento de otra manera si no como el raro de la película, evidentemente me apetece mucho estar de vacaciones, como a todo el mundo, si nos dieran a elegir, no trabajaríamos y seguiríamos cobrando. Pero el caso es que me gusta dar clase, lo reconozco, soy masoca, pero me encanta entrar en el aula, hablar con los chavales, trabajar cada día para que traten de mejorar, intentar enseñar muchas cosas, no sólo mates,…que le vamos a hacer, que me gusta vaya; que si tuviera que seguir pues seguiría, que siempre hay cosas que enseñar (seguramente me quedaría solo, no vendría nadie claro).
Este es el momento de la reflexión, en el que piensas que has hecho bien, que ha ido mal, que puedes mejorar para el curso próximo, lo mal o lo a gusto que has estado, haces un balance general,…yo estoy seguro de hacer mi análisis, pero ¿y el alumnado?, espero haber enseñado algo de madurez para que cada uno sea capaz de dedicar 10 minutos de reflexión a lo que ha sido el presente curso académico.
P.D.: Espero que cada una de las personas que lean estas líneas hayan alcanzado los objetivos que se plantearon el 15 de Septiembre.
Supongo que ante esta situación no me siento de otra manera si no como el raro de la película, evidentemente me apetece mucho estar de vacaciones, como a todo el mundo, si nos dieran a elegir, no trabajaríamos y seguiríamos cobrando. Pero el caso es que me gusta dar clase, lo reconozco, soy masoca, pero me encanta entrar en el aula, hablar con los chavales, trabajar cada día para que traten de mejorar, intentar enseñar muchas cosas, no sólo mates,…que le vamos a hacer, que me gusta vaya; que si tuviera que seguir pues seguiría, que siempre hay cosas que enseñar (seguramente me quedaría solo, no vendría nadie claro).
Este es el momento de la reflexión, en el que piensas que has hecho bien, que ha ido mal, que puedes mejorar para el curso próximo, lo mal o lo a gusto que has estado, haces un balance general,…yo estoy seguro de hacer mi análisis, pero ¿y el alumnado?, espero haber enseñado algo de madurez para que cada uno sea capaz de dedicar 10 minutos de reflexión a lo que ha sido el presente curso académico.
P.D.: Espero que cada una de las personas que lean estas líneas hayan alcanzado los objetivos que se plantearon el 15 de Septiembre.
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