El otro día, viendo la película “En busca de la felicidad”, no está mal por cierto, el protagonista citó la expresión que uso muy a menudo de “Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, será mentira” o algo así. Me gusta pensar que la vida es así, que las personas nos esforzamos en lograr todo aquello que nos proponemos, desde lo más insignificante hasta lo más trascendente en nuestras vidas (objetivos vitales les llamo yo). En ese camino hacia lo que queremos, es donde vamos logrando pedazos de felicidad, pequeños momentos en los que conseguimos una satisfacción plena de nuestra persona al alcanzar lo que nos proponíamos.
Así, cada vez se impone más en nuestra sociedad, el concepto de felicidad en las “pequenas cosas”, no en aspectos tan vitales, sino en lo que la gente llama esos momentos en que estoy con los amigos, o disfrutando una película, saboreando una comida, nacimiento de los hijos, tu boda, una fiesta,…Yo reivindico que esas llamadas “pequeñas cosas”, son partes de nuestros objetivos vitales y son peldaños en el camino de nuestra vida, escalones que vamos subiendo hasta el fin de nuestros días. La idea es, ¿cuántos peldaños seremos capaces de subir?¿la vida nos hará bajar algunos?¿a qué altura pone cada uno su felicidad, es decir, cuánto de larga es la escalera de cada uno?¿es mejor conformarse con pocos peldaños, pero bien elegidos?...Mi felicidad es simplemente que sigo subiendo escalones.
Amigo y maestro:
ResponderEliminarDespués de leer esto, solo puedo decirte que leas y veas mi post: "En las pequeñas cosas"...hace mucho que lo escribí,pero es tal cual...Un gustazo.